LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO EN MEDICINA

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LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO EN MEDICINA

La paciente tiene 50 años, y padece de hipertensión arterial desde hace años. Requiere de tres medicamentos para mantener las cifras a raya.
Nuestra paciente se casó con 19 años con un hombre doce años mayor que ella, un año mas tarde tuvieron su primer hijo y cinco años después, el segundo. Su marido falleció de cáncer y ella, que carece de estudios superiores y experiencia laboral, se ve obligada a asumir las riendas de la fábrica de muebles del marido, que tiene trescientos trabajadores. Su hijo mayor a estudiado administración y dirección de empresas, y trabaja con su madre en la empresa. En esa temporada empezaron sus problemas con la tensión arterial.
Los cargos directivos de la empresa cuestionan constantemente la autoridad de la propietaria y están en desacuerdo con muchas decisiones que toma a diario.
Por si fuera poco, su hijo mayor tiene una visión empresarial completamente distinta de su madre, y tras dos años de discusiones continuas, decide abandonar la empresa y buscar trabajo al margen del negocio familiar. La madre se negaba a aceptar la decisión y estaba muy ofendida y alterada.
El hijo pequeño, de 24 años, se había casado con una chica joven, habían tenido un hijo y se había separado. Tras el divorcio, él había decidido viajar y conocer la India. Ni él ni su ex mujer trabajaban, y la paciente se ve obligada a mantenerlos económicamente y a visitar con frecuencia a su nieto, que vive con su ex nuera.
La madre se enfrentaba a distintas encrucijadas muy típicas a su edad. Con solo 50 años, había experimentado la pérdida de su marido, había pasado de ama de casa a empresaria, tenía un conflicto generacional con su hijo mayor y una relación problemática con el pequeño, también era una abuela joven, que había asumido el rol de madre y cuidadora
Su médico le hace ver a la paciente que los tres medicamentos que le ha recetado no son suficientes y que debe reducir sus niveles de estrés. Tras hablar con ella sobre sus problemas, éste la aconseja plantearse la situación seriamente y cambiar el rumbo de su vida.
Al cabo de unos días, la paciente vuelve a la consulta de su médico y le dice que ha reflexionado profundamente y ha decidido dejar el mando de la empresa en manos de su hijo mayor y que hablará con su hijo pequeño y su ex nuera para dejarles claro que no va a seguir dejándose chantajear.
El día que tomó la decisión le contó a su médico que se había relajado tanto que su presión arterial bajó como si se hubiera tomado un medicamento milagroso.
Como opina Valentín Fuster, es importante confiar en la tecnología médica y estudiar con cuidado el electrocardiograma, la radiografía u otras pruebas practicadas al paciente, pero también lo es tener una visión más completa- humanista- de la profesión médica. Los avances científicos y tecnológicos de los últimos años son impresionantes y esperanzadores ( gracias a ellos podemos curar enfermedades que se consideraban irreversibles ), pero hay un espacio – humano- que los médicos tendremos que seguir cubriendo con la palabra, la intuición y el contacto con nuestros pacientes y sus seres mas queridos.
Los psiquiatras entendieron hace mucho tiempo que sus pacientes no son ajenos a su entorno y suelen hablar con sus familiares más directos para tener una visión más global y completa de la situación. Los profesionales de las demás ramas de la medicina tenemos que aprender de ellos.
Para el psiquiatra, Luis Rojas Marcos, demasiados médicos subestiman el poder de persuasión que adquieren sobre el paciente que han curado a aliviado de una enfermedad del cuerpo y desaprovechan la oportunidad de influir positivamente en otras parcelas de su vida.

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