EL PAPEL DE LA MENTE EN EL DOLOR DE HOMBRO
Si queremos entender totalmente el dolor del hombro, además de tener conocimientos sobre las posibles lesiones que la pueden producir ( lesión del supraespinoso y otros tendones del manguito rotador, tendinitis, roturas, luxaciones, tumores, etc ), no debemos dejar de lado- como en otras patologías-, las perturbaciones psíquicas.
Para descubrirlas, recurriremos al Dr. Salomón Sellam, el maestro de la Medicina psicosomática moderna.
Hay que entender de nuevo que una preocupación psíquica, cuando alcanza un determinado umbral, es capaz de producir cambios en el tejido en el que se expresa, estos cambios suelen consistir en inflamaciones, que si se mantienen el tiempo suficiente, son capaces de producir tendinitis crónicas, desgarros, roturas y otro tipo de lesiones anatómicas en la articulación, incluida la artrosis, luego las causas psíquicas y físicas no son excluyentes.
Para el Dr. Salomon Sellam, el hombro ha sido elegido por nuestras instancias psíquicas para gestionar las actividades conflictivas ligadas al rol del adulto en su entorno: profesional, afectivo y familiar.
El tiempo que cada uno de nosotros dedica a los demás, dentro de su entorno, puede dividirse en tres tiempos sagrados: el tiempo sagrado parental ( el que dedicamos a nuestros hijos ), el tiempo sagrado de la pareja ( comunicación, intercambio, confidencias, salidas y vacaciones sin la presencia de los niños, sexualidad, etc ), y el tiempo sagrado individual ( el que nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestro trabajo, nuestras aficiones etc ).
Cuando todo va bien en la familia, con la pareja y en nuestra vida individual, profesional y extra-profesional, cuando nos sentimos apoyados, respaldados, reconocidos, apoyados como padres, pareja y adulto en la sociedad, estos tres tiempos sagrados están compensados y los hombros permanecen en silencio. Cuando no es así, nuestra mente queda invadida progresivamente por la preocupación, el sentimiento de culpabilidad y sobre todo por la impresión de no encontrar una salida conveniente y digna frente a todas esas situaciones desestabilizadoras que merman nuestra función de adulto responsable. Es habitual encontrarnos con un sentimiento de perdida de la dignidad como padre/madre o como ser humano.
Ahora bien, hay que respetar los principios de la lateralidad biológica, el hombro derecho no expresa lo mismo que el izquierdo.
Una persona diestra expresará habitualmente en su hombro derecho cualquier problemática relacionada con su tiempo sagrado individual y/o su tiempo sagrado para la pareja, en el izquierdo expresará las tensiones relacionadas con su tiempo sagrado parental ( como madre o padre ).
En una persona zurda es al revés, el hombro derecho reflejará su función parental y el hombro izquierdo su tiempo sagrado individual y su tiempo sagrado de pareja.
Veamos un ejemplo de desequilibrios el tiempo sagrado:
– Tiempo sagrado individual: asume dos formas principales, la actividad profesional que desarrollamos durante una parte muy grande de nuestra vida y, la actividad extraprofesional con el tiempo libre, la pasión por la lectura, las salidas, las amistades.
Ejemplo: Tendinitis de hombro derecho en una persona diestra, acostumbrada a hacer mucho deporte para equilibrarse y que al tener hijos, pasa a tener una vida sedentaria. “Me resigné a dejar el deporte y entré poco a poco en una especie de depresión, los dolores de hombro aparecieron progresivamente”.
– Tiempo sagrado parental: mujer de 42 años, diestra, lleva años quejándose del hombro izquierdo. ¿ que es lo que la preocupa permanentemente desde tiempo?, su respuesta fue inmediata: “¡¡ No puedo tener hijos!!, vivo sola y mi mayor pesar es no poder llevar a un niño en brazos, como lo hacen mi hermana o mi hermano con los suyos”.
– Tiempo sagrado como pareja: “ Me casé por amor, pero con los años, la rutina y los niños, nuestra pareja se ha resentido. Mi mujer se ha vuelto cada vez más exigente con la limpieza de la casa y con las obras de rehabilitación. Yo trabajo más de 10 horas al día, a veces incluso el fin de semana. Seguimos juntos, pero ya no hacemos el amor con regularidad. Por otra parte, tengo una amante desde hace mucho tiempo ya que no aguantaba una vida así, necesitaba descargar todo ese estrés familiar y profesional”.
Son solo ejemplos y por supuesto la mente humana no es una cuestión simple, la mayoría de veces la causa es multifactorial y por tanto de difícil diagnóstico.
Al mismo tiempo, como ya he expresado antes, el conflicto psíquico mantenido es capaz de producir no solo dolor, sino también inflamación crónica y/o lesiones en la articulación que requieren un diagnostico y tratamiento con infiltraciones o cirugía.
El conocimiento de la medicina mente-cuerpo no es incompatible con la Medicina ortodoxa o alopática, sino complementaria, ambas deben de darse la mano por el bien del paciente.