AUTENTICIDAD Y AUTOESTIMA

En este momento estás viendo AUTENTICIDAD Y AUTOESTIMA
dav

AUTENTICIDAD Y AUTOESTIMA

Según el Dr. Nathaniel Branden- autor de varios best sellers sobre la autoestima, la transformación personal y las relaciones entre hombres y mujeres-; si valoramos más pertenecer al grupo que ser, no alcanzaremos la autenticidad. Para alcanzarla son necesarios el coraje y la independencia, sobre todo cuando es tan raro encontrar esas cualidades en los demás. Pero esto no debería desalentarnos; si las personas auténticas constituyen una minoría, también la constituyen las personas felices y las que gozan de una buena autoestima; y las que saben amar.
Las personas que gozan de una alta autoestima están lejos de gustar siempre a los otros, aunque la calidad de sus relaciones sea claramente superior a la de las personas de baja autoestima. Como son mas independientes que la mayoría de la gente, son también más francas, más abiertas con respecto a sus pensamientos y sentimientos. Si están felices y entusiasmadas, no tienen miedo de mostrarlo. Si sufren, no se sienten obligadas a disimular. Si sostienen opiniones impopulares, las expresan de todos modos. Son saludablemente autoafirmatívas. Y como no tienen miedo de ser quienes son, de vivir auténticamente, a veces despiertan la envidia y la hostilidad de quienes están mas atados a las convenciones.
A veces, en su inocencia, se asombran de esta reacción, y quizás se sientan heridos por ella, pero no por ello desisten de su compromiso con la verdad. Sencillamente aprenden que hay gente que es mejor evitar. Tratan de buscar relaciones enriquecedoras en lugar de nocivas.
Las relaciones de las personas de alta autoestima se caracterizan por un grado de benevolencia, respeto y dignidad mutua superior al nivel medio. Los hombres y mujeres orientados hacía el desarrollo tienden a apoyar las aspiraciones de desarrollo de los demás.
Las personas que se sienten cómodas diciendo si cuando quieren decir si, y no cuando quieren decir no, respetan el derecho de los otros a hacer lo mismo. Las personas auténticas tienen amigos mejores y más dignos de confianza, porque saben que pueden apoyarse en ellos, y porque los instan a igualar su autenticidad.
Al ser auténticos, no solo nos honramos a nosotros mismos; a menudo es un regalo para cualquier persona con la que tratemos.
“Si no tuviera que vivir de acuerdo con las expectativas de los demás- afirmaba una mujer demasiado preocupada por ganarse la aprobación de la gente-, les diría a los demás lo que verdaderamente pienso y siento; debería encontrar mi propio rumbo; me defendería a mi misma; tendría que asumir la responsabilidad de mi propia vida; averiguaría quiénes son en realidad mis amigos; tal vez pudiera ser dueña de mi misma; es hora de que me pregunte qué creo yo que es lo importante”.

Deja una respuesta